Esperando el antruejo

  Aún no llegó el Carnaval, pero ya es tiempo de Carnaval. En Cádiz empezaron los concursos y, aquí y allá, las agrupaciones afinan sus letras -incisivas y punzantes- dirigidas a Trump, la corrupción, la política local o cualquier cuestión de interés del último año. Seguramente les llegue para incluir alguna letrilla donde hablen de la desvergüenza de las eléctricas, sus tarifas de la luz y del gobierno que las consiente.

  En algunas cuestiones poco han cambiado las cosas desde los años ochenta cuando se resucitó el Carnaval -como ya he dicho en otras ocasiones mutilado, con las entrañas quemadas, desposeído de su esencia-, y aún tienen vigencia los versos del popurrí de La Banda del Tío Macario -la agrupación que entonces encabezaba Germán Llanes-, cuando en 1987 y aludiendo al desplome y desaparición de UCD, cantaban:

DE LA TETA IZQUIERDA, CHUPA LA IZQUIERDA,

DE LA TETA DERECHA, LOS DE DERECHA;

GRACIAS QUE LOS DEL CENTRO YA SE MARCHARON,

PERO IMAGÍNENSE DONDE CHUPARON. 

COMPONENTES:     Germán Llanes Moreno; José Mariano Zambrano; Paco León; José Largo Llanes; Francisco Bermejo Castilla; Manuel Llanes Moreno; Carlos Llanes Membrillo; Manuel Azogil Cera; Francisco Duque Rivera; Reposo Duque Becerro; Ildefonso Domínguez; José Raúl Llanes Membrillo; Juan Jiménez; José Luís Molina Gallo.                                                                 Germán Llanes  fue  un  importante  impulsor  del Carnaval moderno de Valverde. La primera murga que dirigió fue “Los Extraterrestres” (1985) y después “Los Orazules maniceros” (1986); “La Banda del tío Macario”  (1987); “Los Celticacas”  (1988);  “Aquí hay gatos encerrados” (1989); y “Porque Andalucía cuenta” (1990).  Sus primeras murgas fueron un semillero de carnavaleros entre los  que  se encuentran sus hijos  Carlos  y  José Raúl  Llanes Membrillo,   Ramón Montes Morato, José Luís Molina Gallo,  Francisco Bermejo Castilla,  Juan Ignacio Bermejo y Agustín Rodríguez, entre otros. Germán Llanes era el autor de casi todas las letras y músicas.

  Por estos días en Valverde, si pasas a hora de ensayo junto a cualquiera de los locales de comparsas y chirigotas, nada más que tienes que pegar la oreja y algo se pilla: «la Lole se va a los puertos» , «Cayuela vende camisas…» En fin, lo propio. Seguro que con su agudeza, son capaces de mostrar la realidad envuelta en risas. Que no viene mal con los tiempos que corren. Ya lo decía un gaditano:

Peseta que te gastas en el disfraz, te la ahorras en antidepresivos.