El reloj de las emociones y los sentimientos.

306_MSHO_floresesall  Me costó dormirme anoche. Cansado. ¿De qué? No sé. Pero luego me dormí profunda-mente. Desperté a las cuatro. Las cuatro, de la noche del cuatro al cinco de julio.

  ¿Nunca te pasó a ti que horas y fechas se grabaran con fuego en tu alma?

  Apareció el reloj de las emociones y los sentimientos. Y desperté. Recordé a tres personas abrazadas, sollozando, con los ojos nublados y el alma limpia. Se fue.

  Y sentí una lágrima flotando en un remanso de armonía vital, porque no faltara a la cita: a las cuatro, de la noche del cuatro al cinco de julio. Volví a sentir la presencia de su ausencia.

  Tristeza. Y alegría. Y paz, mucha paz.

 AL VIENTO, AL VIENTO;

CUANDO NOMBRO A MI MADRE

¡CÓMO LA SIENTO!

4 comentarios en “El reloj de las emociones y los sentimientos.

  1. Casi habría que pedirle a ese reloj una parada para seguir gozando de un texto tan bello…

  2. Ocurre Tomás, hay personas que nos dejan marcados de por vida y que, aunque se hayan ido, siguen estando presentes.
    Cada cual que lo interprete a su modo pero estoy convencido que somos algo más que un cuerpo.
    Un abrazo amigo, yo también la recuerdo y la echo de menos, más aun cuando viviendo junto a su casa no puedo ver su puerta abierta.

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