Dilación

No es abandono, ni pereza; simplemente le faltan horas a mis días. Y, claro, hay que priorizar: familia, trabajo, otra gente, intereses varios… Y, casi sin darme cuenta, dejo de escribir en esta ventana que tanto me saca de dentro.

Ayer, por correo electrónico, un amigo me preguntó si todo iba bien. Le extrañaba mi silencio. Bueno, pues eso: todo va bien. Gracias.

Propósito de enmienda. Intentaré publicar en mi web cada semana.

Abriendo el otoño, os dejo esta imagen de la Sierra.

 

 

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