64_210119 Cuaderno de notas. San Sebastián Caballero.

Quería escribir algo sobre San Sebastián Caballero y las Correderitas. Antes de empezar, decidí echar un vistazo a lo que publiqué por estas fechas el año pasado. Y encontré esto. Nada nuevo que decir. Quizá que donde ponía que había que resistir, ahora pondría que tendremos que adaptarnos. 

Llevo unos días con un rumrrúm en la cabeza que no para. Cuando le parece aflora y me sorprendo cantando

«A la Correderita / me voy que vuelo…»

Creo que es el calendario interior que todos llevamos dentro, el que nos marca los momentos clave -unos duros y otros plácidos- de nuestra vida, aquellos que nos dejaron huella. Unos desearíamos que jamás hubieran ocurrido; otros, nos gustaría repetirlos. Ese almanaque personal, tiene marcada esta fecha. Aparece y me reclama

«…porque me están llamando / con un pañuelo / y ¡Adiós, adiós!

20 de enero, San Sebastián Caballero. Lo normal sería que nos reuniéramos para cantar Las Correderitas tras comernos unas migas y compartir un rato de regocijo e intimidad colectiva, como en años anteriores.

Pero este año tampoco toca. No está el horno pa bollos. Encinasola se debate entre la angustia y la esperanza -más o menos como toda España- por esta situación perversa y canalla que ha traído el COVID y sus colaboradores, esos desaprensivos que aún no aprendieron -a lo mejor ya sí, ojalá- qué es lo importante y qué va después.

No recuerdo dónde leí o escuché que el verdadero hogar de una persona, en vida, es donde están sus recuerdos. Podría ponerle a esta idea muchas matizaciones, pero encierra una certeza que me lleva, aún sin estar allí, a vagar por las vacías calles de Encinasola, imaginando que me paro a hablar con su gente -mi gente- que, ahora, atenazada por la incertidumbre, la desolación y el miedo, permanece en sus casas protegiéndose y combatiendo contra este enemigo invisible.

Este año no cantaremos Las Correderitas, ni nos cogeremos de la mano, en corro, girando lentamente, mientras nos sentimos portadores del legado cultural de nuestros mayores. Pero ten por seguro que el próximo nos volveremos a reunir y a redimir esencia de nuestras raíces. Pon todo de tu parte. Aguanta el tirón. Tenemos que resistir. Mientras tanto, espero que estos vídeos te ayuden un ratito.