DIARIO DE UN CONFINADO (40)

Día 40. 22/04/20. Miércoles.

A un maestro -mi maestro-, le oí decir una vez que a quien le gustara la lectura, jamás tendría tiempo para aburrirse. Con los años he comprendido que es cierto.

Cuando aún íbamos a la escuela por la tarde, en las soporíferas horas de sobremesa de mayo y junio, leíamos un pasaje de Platero y yo. Otras veces, poemas.

Y hoy quiero recordar a Juan Ramón Jiménez. Primero con una sevillana de Paco Millán -¡que ya es difícil cantar a Juan Ramón por sevillanas!- El breve poema «Primer abril» ¡Qué hermosura!.

A mi me gusta leer. Es como un refugio que te permite aislarte de todo. Cuando quieras y durante el tiempo que desees. Y desde luego, nunca te aburres.

Mañana es el día del libro. Sobre todo una cita comercial. Pero cualquier momento es bueno para crear adictos a la lectura -ya sabes el refrán que te puse hace unos días: La buena lectura, distrae, enseña y cura. Todos los libros no son iguales. Yo siempre tengo varios en la cabecera de la cama. Uno que no falta -no es para leerlo entero, solo un capítulo de vez en cuando, una ráfaga de aire puro antes de acostarme-, es aquel Platero y yo, que me recuerda a aquellas tardes en la escuela, ni tampoco poemas de Juan Ramón. Hoy te dejo, simple y bello, este:

Y los datos de este maldito COVID-19: 208.389 diagnosticados; 21.717 personas muertas; 85.915 pacientes dados de alta.

#QuédatéEnCasa