¡Qué calor!

    Ya está aquí el verano, verano; el que en estas tierras de sur nos hacer sudar hasta a la sombra. Ella, en tiempos no tan lejanos, suspiraba por su amor, expuesto a pleno sol, entregado a la ocupación que correspondía: la siega.

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ESTOY SENTADA A LA SOMBRA

Y NO PARO DE SUDAR;

¿CÓMO ESTARÁN MIS AMORES,

QUE SE FUERON A SEGAR?