Cuando la luna brille

Portada de "Cuando la luna brille"

Portada de «Cuando la luna brille»

   Primero me detuve en su portada, que invitaba a subirse a la nave vikinga y salir a surcar los océanos; pero, lo que me hizo coger los remos y navegar por su mar de letras –encadenadas y dispuestas con orden, sentido y frescura- fue una pregunta incluida en su sinopsis, que hace Ellisif a Grim mientras le relata las aventuras durante los saqueos que realizan en los pueblos de las costas británicas: “¿Hay niños jugando en las playas?”. Me sedujo la forma de hurgar en las entrañas de un pueblo, de una sociedad, de analizar, de medir su felicidad.

   Cuando la luna brille -no sabría decirte si es una novela corta o un relato largo; si tiene temática histórica o la envuelve un mundo imaginario; si se desarrolla en tiempos de paz o de guerra; si es un relato crudo o tierno… No sé, quizá tiene la medida justa de cada ingrediente para que te enrede, te atrape y no puedas parar de leer hasta el final-, es una prueba de que el amor perdura, por angustiosas que sean las circunstancias que lo rodeen, y que una joven de 22 años, Elena Álvarez, su autora, puede trasladarte con una frase al mundo de los sentimientos más profundos.

   Aprovechando la proximidad al 23 de abril, recomiendo su lectura. No te arrepentirás.

foto-1