36_210723 Cuaderno de notas. Plauto.

¿Plauto? Sí, recuerdo vagamente… Busco en internet: se trata de Tito Maccio Plautus (Sarsina, 254 a.C. – Roma, 184 a.C.) un comediógrafo, poeta y dramaturgo romano. Entre otras, escribió la comedia «Mercado de Amores». Ahora, unos 2200 años después, Eduardo Galán ha adaptado la obra y en estos días se representa en el Teatro Romano de Mérida.

Ir a presenciar cualquier cosa al Teatro Romano de Mérida, siempre es una gozada. Aunque el protagonista de la obra, el actor principal, sea alguien que tuvo el mal gusto de liderar un grupo con el malvado nombre de «Toreros muertos». La representación, adaptada a nuestros días, es amena y tiene golpes. Te hace reír. 

Pero con todo ello, lo mejor no fue la obra, sino el marco. Es increíble que en aquellos tiempos consideraran el teatro tan importante como para construir un lugar con un auditorio y escenario de esta majestuosidad.

Declarado bien de interés cultural en 1912, fue construido en los años 16 – 15 a.C. y ha sufrido remodelaciones, demoliciones parciales e incluso permaneció varios siglos cubierto de tierra. Las excavaciones arqueológicas del teatro comenzaron en 1910 y su reconstrucción en 1962. Forma parte, es la joya, del Conjunto Arqueológico de Mérida, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993.

Asistir allí a una representación es una gozada. La sonoridad del recinto, la visión desde cualquier perspectiva, su aforo… Uno solo puede pensar en los arquitectos romanos como hombres con una capacidad descomunal para crear construcciones eficaces, robustas y duraderas. Quizá se les escapó un detalle: los materiales con los que están construidas las gradas tienen una gran capacidad para absorber el calor durante el día, que luego van soltando a lo largo de la noche, y no cayeron en que el día que yo asistía los termómetros marcarían 42º y, a las 11 de la noche, cuando las piedras empezaron a largar, no había quien aguantara aquello ¡Qué calor!. 

Hoy te ofrezco un tema de Acetre en el Teatro Romano de Mérida. Es de una actuación de 2002. No es música cualquiera, son los Bailes del Pandero, que cantan en Arroyo de la Luz, al noroeste de Cáceres ¿Cuántas cosas nos ha legado Extremadura?