El gusto por la lectura no se produce de forma espontánea. Se trabaja, se cultiva.

Desde hace unos años se celebra en Valverde del Camino el DÍA DE LAS LETRAS VALVERDEÑAS. La quinta edición, organizada conjuntamente por el Excmo. Ayuntamiento y la Asociación Cultural Conventillo de Gorriones, a la que pertenezco, estaba dedicada a los cuentos y de forma particular a D. José Nogales (1860-1908) gran cuentista, articulista y autor de dos novelas:  Mariquita León y El último patriota. 

Me invitaron a presentar el acto. Es costumbre asentada en Valverde implicar a los centros educativos en cuanto se hace. Por Carnaval, en los encuentros de habaneras, en los villancicos de Navidad… En todo participan los centros. En el día de las letras, también. Se trabaja, se cultiva.

Es un privilegio dirigirse a jóvenes de entre 11 y 14 años, pero una gran  responsabilidad. No es fácil acertar. Me planteé dos objetivos: mantenerlos atentos y que conocieran la esencia de la vida y obra de don José Nogales.

Me disfracé de mago Chichirivaina y, haciendo valer mis poderes, atravesando la barrera del tiempo, conseguí que don José Nogales apareciera allí, ante nosotros y pude entrevistarlo. Para ello, hubo de instruir al auditorio que me ayudó coreando las palabras mágicas:

Abra cadabra, tentáculos de calamares, que aparezca don José Nogales.

Y entre truenos, relámpagos y risas apareció mi buen amigo Txama -José Manuel Macías Ramos- vestido acorde al personaje y momento. Con su sapiencia y grandes dotes de comunicador, nos mostró, entre risa y buen ambiente, las entrañas del personaje. 

Ni te imaginas el rato que echamos. Improvisamos, nos reímos, disfrutamos… Y el auditorio también. Se nota cuando hay sintonía.

Luego llegaron los centros educativos. A veces se duda de la juventud, pero hay ocasiones en las que uno tiene que descubrirse. Esta es una de ellas. ¿La clave? Se trabaja, se cultiva.

Hoy es difícil acoplar una música al sentido de estas notas. Voy por libre. Te dejo un tema que me encanta. Espero que te guste.