HACE DOSCIENTOS AÑOS… Tomás López López
Tras un periodo tan convulso como el de la Guerra de la Independencia (1808-1814), la sociedad marocha se empezó a recuperar venciendo la hambruna y miseria de aquellos terribles años.
La cabaña ganadera se revitalizó, se sembraba en cada rincón que lo permitía, florecieron las huertas y continuó el habitual intercambio de productos con Barrancos –eso que algunos llaman contrabando y en tiempos de necesidad es subsistencia-, mientras que el Ayuntamiento de Encinasola -que durante la guerra agotó los fondos de los pósitos y tuvo que recurrir a la venta de algunos bienes de propios para aliviar su frágil economía- contaba con el inestimable recurso de la Contienda, que permitía a los marochos continuar con las actividades agrarias necesarias para volver a la normalidad. Así, poco a poco, en consonancia con la economía, se fue recobrando el orden social.
La vida en Encinasola estaba presidida por la desigualdad social -grandes diferencias entre los propietarios y los jornaleros o trabajadores sin tierras-, el aislamiento –Encinasola sólo fue considerada de interés cuando hubo guerras y conflictos fronterizos- y una fuerte presencia de las costumbres y tradiciones que marcaban la cultura popular y la religiosidad.
Por entonces las cofradías y hermandades jugaron un papel importantísimo en la vida social local. Además de la organización de procesiones y actos religiosos en honor a sus advocaciones marianas y una cierta asistencia social entre sus cofrades, pertenecer a una cofradía era una forma de expresión comunitaria y de fortalecimiento de lazos sociales.
En este marco, en 1816, la Cofradía de Nuestra Señora de Roca Amador inicia un Libro de Cuentas en el que recoge sus datas y cargos desde mayo de 1814. Es una evidencia más de que, superada la guerra, se inicia un nuevo periodo.
El primer detalle curioso que muestra el libro de cuentas es que se abre con la consignación de que la cofradía cuenta con 4.368 reales y 17 maravedíes, que custodia el que había sido su Mayordomo y lo seguiría siendo hasta 1816, llamado Andrés López Burgos. Ésta era una cantidad muy importante en tiempos en los que se salía de años de guerra y penurias, dado que los ingresos de la hermandad se obtienen exclusivamente de limosnas y donaciones, y los bolsillos de la gente llana estaban vacíos.
Durante el periodo de cuentas analizado, 1814 a 1825, los cargos de las personas que dirigen la hermandad son: Hermano Mayor, dos Alcaldes, cuatro Priostes, y un cargo relevante que se cita con tres nominaciones diferentes: escribano, secretario y excelentísimo. El mandato duraba dos años, aunque en algún caso están tres (1819 a 1821), aunque son ratificados anualmente a la vez que se anotan y justifican los ingresos y gastos.
Entre 1814 y 1825, los gastos e ingresos habituales eran:
Cargos (ingresos): limosna de los domingos; limosna de la víspera de la Virgen (en la que se recogían entre 9 y 12 fanegas de trigo, según el año, que se vendía a un precio próximo a los 48 reales/fanega); petitorio de quesos; rifa de un chivo, borrego o un carnero que algún hermano donaba a la cofradía.
Data (gastos): derechos de procesión y misa que se pagaba a la Parroquia; pago del sermón del día de la Virgen; tamboril y flauta del día de la Virgen; reparaciones del tejado, arreglos del camarín, blanqueo de la ermita (alarife, operarios, maderos, tablas, cal…); cera; refrescos de la víspera de la fiesta (solían destinarse 50 reales); y el pago al notario por dar fe y hacer nombramiento de los cargos. Además, hay dos gastos que sobresalen en este periodo: en 1815 de un vestido de tisú para la Virgen, que tuvo un coste de 3.847 reales; y en 1818 de una corona para la Virgen, que costó 560 reales. Otro ingreso singular es el que representa la entrada de cualquier nuevo miembro en la Hermandad, que tiene que aportar cuatro reales.
He creído interesante recoger aquí las cuentas de la Hermandad de Ntra. Sra. de Roca Amador correspondiente al año 1825. Se elige éste, que no es de los más sustanciosos en cuanto a datos, por mostrar un retrato de lo que acontecía en la hermandad justamente hace 200 años.
Empieza por el nombramiento de los “Hermanos que han de servir desde esta Fecha en la Cofradía de Ntra. Sra. de Roca Amador” y que son:
Hermano Mayor: Florencio López Regalado.
Secretario/Escribano: Dionisio Romero.
Alcaldes: Nicolás Domínguez y Rufino Márquez.
Priostes: Hilario Vázquez Jarillo, Juan Carretero, Francisco Molina y Manuel Cárdenos.
Tras los nombramientos, se dice:
“Cuenta que yo, Florencio López Regalado, vecino de esta Villa y Mayordomo de la Cofradía de Ntra. Sra. de Roca Amador, sita en su Ermita a extramuros de esta Villa de Encinasola, doy de los efectos y limosnas que han entrado en mi poder en el tiempo de esta Cuenta como también de los gastos causados por esta cofradía todo lo cual, con la claridad conveniente y posible de Cargo y Data, es de la forma siguiente:
CARGO
Primeramente son cargo Cuatrocientos y Seis Reales que me resultaron de alcance de la Cuenta anterior, los cuales doy en Cargo 416
Son cargo Cinco Reales limosna de Un Domingo 5
Es cargo Veinte y Seis Reales con Ocho Mar., limosna de Cuatro Domingos 26;08
Es cargo Trece Reales de limosna de dos domingos 13
Es cargo Diez y Seis Reales limosna de Dos Domingos 16
Son cargo de Veinte y Tres Reales de limosna de Dos Domingos 23
Son cargo Veinte y Tres Reales con Diez Mar. limosna de Dos Domingos 23;10
Son cargo Cuarenta y Un Real y Ocho Maravedíes limosna de los quesos 51;08
Son cargo Veinte y Tres Reales con Diez y Seis Mar. limosna de Dos Domingos 23;16
Son cargo Cuarenta y Cuatro Reales y Ocho Mar. limosna de Cuatro Domingos 44;08
Son cargo Cien Reales y Seis Maravedíes que se juntaron el día de Ntra. Sra. 100;16
Son cargo Treinta y Cinco Reales que se juntaron de Lino 35
Son cargo Ocho Reales de Dos Hermanos que se asentaron 8
Son cargo Cuatrocientos Diez y Nueve Reales y Ocho Maravedíes de Nueve Fanegas y Tres Cuartillas de trigo que se juntaron el día de la Festividad 419;08
Suma del Cargo 1204;26
DATA
Primeramente doy en data Treinta y Cinco Reales de un portón para el Camarín 35
Es data Cien Reales que le di a Manuel el Maestro del Camarín 100
Es data 63 reales que le di al Maestro 63
Es data Tres Reales y Diez y Seis Maravedíes de Dos cántaros para la obra 3;16
Es data Cuarenta y Cinco Reales de las ventanas del Camarín 45
Es data Ciento y Treinta Reales que le pagué al Maestro del Camarín 130
Es data Doscientos Treinta y Seis Reales dados al Maestro del Camarín 236
Es data Cincuenta y Tres Reales pagados al Maestro del Camarín 53
Es data Quinientos y Treinta y Siete Reales pagados al Maestro del Camarín 537
Es data Cincuenta Reales que libra la Virgen para el refresco de la Víspera 50
Es data Cuarenta y Cuatro Reales pagados al Maestro del tambor 44
Es data Sesenta Reales pagados al Padre D. Francisco Boza por el Sermón 60
Es data Noventa Reales importe de Siete Libras de cera y media 90
Es data Cuarenta Reales de Cal 40
Es data Veinte y Cuatro Reales pagados al Excmo. por el ajuste de cuentas 24
Suma de la data 1.510;16
Por manera que suma la Cuenta de esta data Mil Quinientos Diez Reales con Diez y Seis Maravedíes y siendo el cargo Mil Doscientos Cuatro Reales con Veinte Maravedíes resulta a favor del Mayordomo y de alcance a Esta Cofradía, cuyas Cuentas ha firmado según su Mejor Leal Saber y Entender, sin Fraude, Dolo y Oclusión alguna, sin alteración de partida, aumento ni disminución, así lo Juro según derecho y en prueba de ello, lo Firmo en esta Villa de Encinasola Diez días del mes de Septiembre de Mil Ochocientos Veinte y Cinco
Florencio López Regalado”
Este año de 1825 es el único de la serie analizada en el que los gastos superan los ingresos, quizá debido a las importantes obras que se hicieron en el Camarín de la Virgen por importe total de 1226 reales. Otra curiosidad que se aprecia en la data de este año es que no se incluye “los derechos de Procesión y Misa celebrados el día de la Virgen”, que suponían habitualmente unos 100 reales y en los demás años siempre estuvo incluido. Por último, también en las cuentas de todos los años menos en este, se anota un ingreso de 10 reales de un “Tributo propio de la Cofradía que paga la Viuda de Andrés Jiménez Caro, impuesto sobre unas casas de la Calle de la Cruz Blanca”.
Sólo con el fervor y rigor que se desprende de estas cuentas, pudo forjarse una fe mantenida por todo el pueblo de Encinasola a Nuestra Señora la Virgen de Roca Amador, que llega hasta nuestros días.
ARTÍCULO QUE PUBLIQUÉ EN LA REVISTA ANUARIO DE LA HERMANDAD DE NUESTRA SRA. DE ROCA AMADOR EN 2025.