Cuando estamos sanos olvidamos el sufrimiento y la limitación que produce la enfermedad. Obviamos que no hay mayores tesoros que la salud y el tiempo. Quizá pensemos que «eso no va con nosotros«, pero nada más lejano a la realidad: para perder la salud, basta con estar sano. Dice una coplilla:
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TÚ TIENES CARRO Y MULAS,
YO TAMBIÉN TUVE:
LAS COSAS DE ESTE MUNDO
BAJAN Y SUBEN.
Aunque de todo hay ejemplos poco edificantes, las personas somos solidarias. Todas. Sólo es cuestión de que te afecte, que te llegue al corazón. ¿Donarías sangre para tu hijo, tu padre o tu hermano? No necesito oír tu respuesta, sé que sí. Pues también hay que hacerlo por los hijos, padres y hermanos de los demás, por personas anónimas que lo necesitan. Esa es la verdadera solidaridad y el mejor regalo que se puede hacer: donar sangre, es regalar vida.
El verano pasado, a iniciativa de Francisco Javier Bernal Márquez, se organizó en Encinasola una donación masiva de sangre. Todo un éxito. Para el próximo día 18 de diciembre hay prevista otra aún más ambiciosa. Reproduzco el texto que me envía Francisco Javier:
El próximo jueves día de 18, de seis a diez de la noche podéis ir a donar sangre al Ayuntamiento. Si no estuvieseis en Encinasola en esa fecha, podéis hacer dos cosas: