El próximo sábado (29/11/14) se celebra en Encinasola la Feria de San Andrés, dedicada al patrón de la localidad. Entre las actividades previstas se encuentra la ya clásica Ruta de los contrabandistas, una simulación del recorrido que los contrabandistas marochos hacían desde Barrancos a Encinasola cargados con 25 ó 30 kilos de café. Tranquilos si queréis participar, que la marcha no incluye portear nada.
Del contrabando ya me ocupé anteriormente y, al hilo de esta ruta, quiero recuperar hoy el artículo que ya le dediqué. Es el que sigue.
Vivir en la raya, marca. La limitación que supone una frontera y el peso de la historia se graba a fuego en el alma de los que viven a su alrededor. Los gobernantes creen que líneas con puntos y rayas trazadas sobre un sufrido plano, separa a las personas que viven a uno y otro lado, pero no es así. Compartir entorno, condiciones naturales y prácticas económicas teje lazos invisibles, que nadie puede cortar. Y así surge el contrabando de subsistencia: una forma de desafiar y contrarrestar fronteras, para paliar la necesidad.
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LO QUE VENDÍ, LO COMPRÉ.
SEÑOR JUEZ: NO MATÉ A NADIE,
TO EL DINERO QUE GANÉ
SE LO ENTREGUÉ A MI MUJER
PA QUE SE COMPRARA UN TRAJE.
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YO SOY UN POBRE ARRIERITO
QUE A NADIE HE QUITAO NÁ,
LO QUE YO VENGO VENDIENDO
LO TRAJE DE PORTUGAL,
SEÑOR JUEZ, YO NO LE MIENTO.
En ocasiones el contrabando era individual, a pie o con bestias:
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SALTÓ MI CABALLO AL AGUA
AL ESCUCHAR LOS DISPAROS,
NO ME PUDIERON CAZAR,
UN CABALLO ES MI CABALLO
Y NO UN CABALLITO MÁS.
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EL DÍA QUE MURIÓ MI JACA,
LA ENTERRÉ Y BESÉ LA TIERRA
Y ME DESPEDÍ LLORANDO,
DE AQUELLA QUE FUE EN LA SIERRA
LA PERLA DEL CONTRABANDO.
En Encinasola se unían cuadrillas de hombres, que llamaban «cuerdas»:
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CUANDO ASOMAN LAS CUERDAS
POR LA CONTIENDA,
LOS CONEJOS SE ESCONDEN
LAS LIEBRES TIEMBLAN.
Del contrabando hay muchos episodios negros, pero también de consentimiento, colaboración y armonía:
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DICEN LOS CARABINEROS:
POR DETRÁS DE LA CASETA
PASEN LOS CONTRABANDISTAS
Y CAIGAN LAS DOS PESETAS.