Dice una coplilla marocha:
Los sastres huelen a paño,
los zapateros a suela
y los mocitos del campo
a rosas de primavera.
El quehacer diario y las ocupaciones laborales también están presentes en las Coplas de la Nochebuena marocha. Había una división básica: la gente que vivía en el campo y la que vivía en la villa.
El propósito de un vídeo en cada entrada de aquí a Nochebuena, puede resultarte empalagoso si solo incluyo cosas de Encinasola, así que iré alternando con algún otro, en la misma línea, que estoy seguro también te gustará. Hoy una delicia: Coplas de Navidad, del Nuevo Mester de Juglería.