El cancionero tradicional tiene infinidad de muestras con un marcado carácter machista, porque recoge la realidad de otro tiempo, por fortuna superado.
Un viejo dicho proclama que
«una mujer guapa, es un peligro; una mujer fea, es un peligro y una desgracia»
En definitiva, que la mujer, por su hermosura -que toda tiene-, es un peligro, entendido este en el sentido de ser una apetecible flor en la que cualquier insecto gusta posarse. Y así pasa lo que pasa.
[95]
CUANDO EN CÁDIZ SE ESTILABA
ECHAR CARNEROS AL MAR,
ECHÓ JUANA A SU MARIDO,
PA QUE APRENDIERA A NADAR.
[96]
ANOCHE TUVE YO UN SUEÑO
Y SOÑÉ UNA TONTERÍA:
QUE MI MARIDO ERA SASTRE
Y CON LOS CUERNOS COSÍA.
[97]
LLORA UN NIÑO EN UNA CUNA,
DICE SU MADRE:
«CALLA QUE VIENE EL TORO»
Y ERA SU PADRE.
[98]
TU MARIDO Y EL MÍO
VAN A TOMARES;
LLEVAN UN PAR DE BUEYES,
VENDRÁN DOS PARES.
[99]
PERICO VIENE DE ARAR
Y NO CABE POR LA PUERTA,
Y LE DICE SU MUJER:
«AGACHA LA CORNAMENTA»
[100]
YO ME VOY A VOLVER LOCO
PORQUE UNA VIÑA QUE TENGO
LA ESTÁ VENDIMIANDO OTRO.
[101]
SÓLO NUESTRO PADRE ADÁN
SE LIBRÓ DE TENER CUERNOS,
PORQUE NUESTRA MADRE EVA,
NO ENCONTRÓ CON QUIEN PONERLOS.
Solo encontré coplas en las que hablan ellas, pero los cuernos son, al menos, cosa de dos. Así que ellas necesitan de ellos y ellos de ellas. O ellos de ellos y ellas de ellas, vaya usted a saber…
Con estas coplas sobrosonas me viene a la mente una elocuente frase de Oscar Wilde : «Los hombres jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y tampoco lo logran».