Solo he pretendido desenredarte unos minutos de esta realidad que huele a pandemia y desazón. En estas fechas, difícilmente podía elegir un tema más adecuado que estas formas festivas, ahora ya, reducidas al recuerdo y escasos entornos familiares. Me pareció la mejor forma de hacerte llegar un mensaje de ilusión y esperanza.
Quien conoce el folclore marocho sabe que he dejado fuera muchas coplillas, coplas y romances. Y sobre todo no he dedicado tiempo a los estribillos ¡Con lo bueno que son algunos:
Cuando metiste el pan en el horno / cuando te fuiste a hablar con el novio / cuando viniste estaba quemado / eso te está muy bien empleado.
Me gustó esta cita diaria. Te confieso que no ha sido fácil. Con los caminos que hay, escribir todos los días es complicado. Unos días no estuve en casa, tuve visita que atender y, siempre, muchos quehaceres. Aunque, eso sí, en ocasiones he contado con la inestimable ayuda de mis nietas que con sus dos y cuatro años, siempre aportan… Cada vez admiro más a Pepe Morales. Por escribir todos los días y por lo que nos transmite en cada entrega.
En la vida creo que es muy importante tener claro lo que se ha de hacer en cada momento. Y hacerlo. Y ahora nos toca esperar el tiempo de los abrazos y de estar juntos. De forma sosegada y sin olvidar que seguimos sintiendo, amando y queriendo desde la distancia. Busca otra forma de transmitirle el cariño que les tienes.
Me tomo unos días de vacaciones. El año que viene, que ya está ahí, procuraré seguir escribiendo cada fin de semana. Por lo pronto…
Te deseo paz, amor, salud y prosperidad, para estas fiestas y para siempre. Y lo hago con este vídeo, grabado en agosto de 2016 durante la II Jornada Folclórica Marocha, que recrea la Nochebuena marocha. Con el deseo de que te guste.