“Lo que se busca, se encuentra; lo que se descuida, se pierde”.
Todo tiene sus excepciones, no siempre las cosas son así. Pero como ejemplo de la búsqueda sin descanso de lo que se desea -propio de personas tenaces y que no se arrugan-, me vale; y la segunda parte, como advertencia de que la relajación y falta de atención en lo que se persigue no son buenas compañeras, también.
Esta frase es aplicable a todos los ámbitos de la vida. Por supuesto, también al amoroso. Hoy te ofrezco unas coplillas que tienen cierta correspondencia con la argumentación. Es decir, se mueven entre el amor y el desamor.
DE LOS SIETE PLANETAS
QUE HAY EN EL CIELO
TRES VAN EN CONTRA MÍA,
PORQUE TE QUIERO.
Y HE DE QUERERTE,
AUNQUE VENGAN EN CONTRA
TODOS LOS SIETE.
—
AUNQUE LAS PIEDRAS DEN GRITOS,
EL SOL DEJE DE CORRER
Y EL AGUA DEL MAR SE ACABE,
NO TE DEJO DE QUERER.
—
AL HOMBRE QUE ES PORFIADO
Y LA MUJER NO LO QUIERE,
LO COMPARO CON UN CALVO
QUE EN LA CALLE ENCUENTRA UN PEINE,
LO AGARRA Y LO TIRA A UN LADO.
—
YO TE QUISE A TI SOLITO;
TU QUISISTE A UN MONTÓN;
TU QUISISTE REPICAR
Y ESTAR EN LA PROCESIÓN.
A veces, querer alcanzar lo imposible hace que hasta el pajarillo que se tiene en la mano termine por volarse…