Hoy es para ellas cuatro.
Mi madre, refugio, recuerdo permanente, soporte y guía antes, ahora y después. Mi esposa, madre de mis hijos, hombro incondicional, compañera de viaje, oasis. Mi hija, fuente de alegría, eslabón de Esperanzas, orgullo, inspiración diaria. Y Nuria, cariñosa y alegre, arbotante de la felicidad de mi hijo, madre de dos de los soles que alumbran mi vida.
Todas, cada una en su justa medida, son cascabeles de mi dicha, hacen que mi vida sea de colores. Les deseo y haré cuanto pueda porque tengan un feliz día.