Sevillanas bíblicas

    Como ya apunté hace unos lunes, dentro de las sevillanas tradicionales hay un grupo conocidas como «sevillanas bíblicas», cuyas letras incluyen hechos relativos a algún personaje bíblico, con una sentencia o enseñanza en el estribillo. Muchas de ellas fueron popularizadas por Los Hermanos Toronjo en los años sesenta del siglo pasado. Esta es una de ellas:

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ABSALÓN PRESUMÍA

DE SUS CABELLOS,

QUE NO LE COMPETÍAN

ÁNGELES BELLOS.

 

SIRVA DE AVISO

QUE SUS CABELLOS FUERON

SU PRECIPICIO.

Una referencia al sentido de esta letra: en la Biblia, en el Libro Segundo de Samuel, se dice: “No había en todo Israel hombre tan hermoso, ni de tan gallarda presencia como Absalón: desde la planta de sus pies hasta la coronilla de la cabeza, no había en él el menor defecto. Cuando se cortaba el cabello (lo que ejecutaba una vez al año…), pesaban sus cabellos de la cabeza y se apreciaban en doscientos siclos del peso común” (Cap. 14, 25-26). “Y sucedió que huyendo Absalón montado en un mulo, se encontró con la gente de David y como se metiese el mulo debajo de una frondosa y grande encina, se le enredó a Absalón la cabeza en dicho árbol, y pasando adelante el mulo en que iba montado, quedó él colgado en el aire entre el cielo y la tierra” (Cap. 18, 9). “Acudieron corriendo diez jóvenes escuderos de Joab y le acabaron de matar a cuchilladas”. (Cap. 18, 15).

Una aclaración más: Absalón era el tercer hijo de David y en cierta ocasión, aprove-chando su ausencia, se proclamó rey, destronando a su padre. Otra sevillana, dedicada a Absalón dice:

El orgullo que tuvo / el gran Absalón, / que en la rama de un árbol / colgado quedó. / Sucedió así / por haber destronado / al padre David.