Por estas fechas, la fiebre del gurumelo está presente en muchos los pueblos de Huelva.
El canasto, el pincho, los matos… Algunos los ven apenas han agrietado la tierra; otros, ni tropezándonos con ellos. Luego en el plato, gusta a toda la gente.
En Valverde, de antiguo, las encargadas de buscarlos eran, sobre todo, las mujeres. Se cantaba:
En Las Peñas se crían mujeres
para gurumelos las más preparás;
se levantan bien tempranito
y por la tarde vuelven con la canastá.
El pueblo llano se manifiesta a través del folclore popular sin recato de ningún tipo. Dice lo piensa y como lo siente. También se cantaba esta otra:
Por aquí, por Álora, no se dan. Es una pena gastronómica la que nos perdemos. En fin… Lo del folclore, único.
Espero que podamos encontrar el momento para compartir unas cazuelas de gurumelos a la brasa. Una delicia.