104_220923_Cuaderno de notas. Roca-Amador.

Cuenta la tradición que en el siglo I del Cristianismo, Zaqueo de Jericó y su esposa Verónica, la que limpió el rostro de Jesús camino del Calvario, huyeron en barco arribando a la costa francesa. A la muerte de su esposa, Zaqueo se retiró a una rocosa montaña de Quercy donde, en el interior de una cueva, construyó una pequeña capilla en honor a la Virgen. Muchos años después, en 1165, bajo el suelo de la capilla de la Virgen se descubrió, en perfecto estado, un cuerpo que asociaron a San Amador. La leyenda identifica a San Amador con Zaqueo. De esta forma, la gran roca donde levanta San Amador la capilla se conoce con el nombre de Roc-Amadour, tomando la advocación en España el de Roca-Amador o Rocamador.

Roc-Amadour era lugar de peregrinación desde mucho antes pero, a raíz del descubrimiento del cuerpo de San Amador, aumentó la fama del lugar de tal forma que los peregrinos procedentes de toda Europa camino de Santiago, acudían al santuario atraídos por la fama milagrosa de la Virgen. Desde finales del siglo XII y hasta el XIV fue, junto con San Miguel en Normandía, el lugar más visitado por los peregrinos en toda Francia.

La devoción a Nuestra Señora de Roca-Amador llegó a España a través de los peregrinos que desde Europa marchaban a Santiago. A finales del siglo XII, un grupo de quersynoises se asienta en Estella (Navarra) y en su honor levantaron una iglesia en las afueras de la ciudad. A partir de aquí, la devoción se va propagando a lo largo de todo el Camino de Santiago y en el siglo XIII, ligada a las repoblaciones humanas de la reconquista, se extiende por el oeste español. Así llegó a Encinasola y desde entonces se la venera en la ermita situada en la Finca de los Claustros.

Este año la Virgen llegó a Encinasola el 7 de agosto. El próximo domingo 25 de septiembre, regresa a su ermita. Fiesta, fe y regocijo se dan cita.

Allí estaremos. Si quieres, luego de la misa, en la ermita, compartimos una copa.

La Danza de El Pandero de Encinasola es tan bonita y su música tan versatil que algunos autores la han utilizado asociándola a un fandango. Este es el caso de Eduardo Hernández «El Garrocho», que lo llama Fandango al estilo del Pandero. Para esta ocasión lo he utilizado como fondo musical de la Traída de la Virgen de Roca-Amador desde su ermita a Encinasola el pasado agosto.