120_221213_Cuaderno de notas. En Aracena, corazón de La Sierra.

En otros tiempos, las formas de vida no eran como ahora. La gente trabajaba, se divertía, enfermaba, sanaba y, seguramente, se entregaba a su discurrir diario con la misma intensidad y pasión que en nuestra época. Pero, entonces, no lo ponían en Facebook, ni Twitter, ni Instagram, ni hacían vídeos para colgar en Youtube o Tik Tok. Sus preocupaciones, desvelos, expectativas, emociones y sentimientos los expresaban por los medios a su alcance. Uno de ellos, el folclore musical tradicional, esas coplillas en las que el pueblo llano reflejaba sus alegrías y pesares, sus sentencias y saberes, el discurrir de su vida, su percepción de la realidad. Todo ello, analizado en conjunto, nos informa del sentir colectivo de una comunidad, de un pueblo.

Dice un cantar popular:

El campo tienes sus flores

y sus estrellas el cielo;

el mar tiene sus arenas

y sus cantares el pueblo.

Esos cantares, referidos a Encinasola, son los que he recogido en ENCINASOLA, ZAGUÁN DE COPLAS, que presentaré el próximo viernes en Aracena.

Y claro, para garantizar que la lluvia continúe, cantaré -cantaremos, pues espero que algunos de los asistentes me acompañen- y echaremos un buen rato con las pícaras, jocosas, punzantes y sentidas coplillas marochas. Si puedes ir, te espero.