Decía otra coplilla:
Los sastres huelen a paño,
los zapateros a suela
y los mocitos del campo
a rosas de primavera.
El quehacer diario y las ocupaciones laborales también están presentes en las Coplas de la Nochebuena marocha. Había una división básica: la gente que vivía en el campo y la que vivía en la villa.
El propósito de un vídeo diario de aquí a Nochebuena, puede resultarte empalagoso si solo incluyo cosas de Encinasola, así que iré alternando con algún otro, en la misma línea, que estoy seguro también te gustará. Hoy una delicia: Coplas de Navidad, del Nuevo Mester de Juglería.
Bueno que decirte amigo Tomas que siempre me ha encantado leer todo lo que escribes, y que es una alegría poderlo hacer de nuevo otra vez, me encanta recordar las coplas de Navidad, y más con la que tenemos presenta, gracias un abrazo.