Hoy me ha sobrecogido la muerte de Rodolfo Recio Moya. No porque su edad y circunstancias lo anunciaran es menos sentida.
Nos deja una gran obra a la que yo en mis trabajos recurro permanentemente. Pero me quedo con la persona. Era afable, amante de nuestra tierra, facilitador de acercarte sus investigaciones, sencillo, correcto, curtido y amigo.
La última vez que compartimos mesa fue en Cortegana, en las Jornadas Histórico-Culturales de 2018 dedicadas a la Andalucía Leonesa. La mesa la completaba Andrés Oyola Fabián, otro gran investigador y mejor persona, que también se nos fue.
Simplemente quería recordarlo y rendirle mi tributo. Donde esté, caminará en paz sabiendo el imborrable recuerdo que nos dejó. Majestuoso, como el vuelo del cóndor.