El otro día, buscando un artículo que creía haber escrito en el periódico El Picón, vine a dar con las palabras que mi hermano José estuvo rebuscando, definiendo y publicando durante varios años en sus Paseos por el habla marocha, en El Picón. Leyéndolas de nuevo unas me resultaron jocosas, otras curiosas y, todas, fruto del ingenio y la sabiduría popular. Creo que lo vas a entender en cuanto leas éstas que, sin ningún criterio particular, he escogido.
PAPORRITA. Boca arriba. En Encinasola se dice “dormir de paporrita” cuando se duerme boca arriba (de cúbito supino).
PUNJIEDE. Melindroso, persona que se queja a menudo por cosas banales y está constantemente quejándose de todo y el fastidio se refleja en su cara.
ENGANGAR. Unir, que no se puede separar. Se suele utilizar como participio (engangao) y se aplica a los perros cuando, después de realizar la cópula o unión de los sexos, son incapaces de separarse.
PANTARUJA: Espantajo o persona disfrazada que sale por la noche para no ser reconocida y con fines de lo más variopinto. Figura amparada en la oscuridad que se mueve de un lugar a otro a horas intempestivas y que en determinadas épocas del año sus apariciones eran bastante frecuentes. El supuesto aspecto no era más que un hombre casado que, escondido tras su ropa, había encontrado la manera de llegar hasta la vivienda de su amante. También se le puede dar otro sentido: la pantaruja puede ser el alma en pena de un penitente (persona que cumple una pena, generalmente impuesta por un sacerdote, para que Dios perdone sus pecados) guiado por alguna promesa, que deambula cada noche por las calles de la población vestida con una túnica blanca abrochada hasta la altura del pecho y una especie de capa encima.
VERGÓN: No es el aumentativo de verga, ni tampoco (según el diccionario) dicho de una persona de carácter y trato amable. En Encinasola, el vergón es la roncha producida por el picotazo de algún insecto o similar que suele hincharse ocasionando un bulto pequeño que se eleva en forma de haba en la piel de las personas.
Estos son cinco ejemplos, pero podía haber sido aciculio, peringallo, aporrillao, biznago, machiporra, comicalla, cubichera, garzonía, gallarín, retenteao, mandanga, encebicao, fronza, cozondoco, repío, chifarrá, ajongonar, rejundir, amantujao, calafetear, cucar, zurugullo, calzoná, jollaura, rebezo, matajurdillo, entecao, cotogullo, deciero, recurti, andancio…
Palabras que no están incluidas en el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua o lo están, pero con un significado diferente al que se les atribuye en Encinasola. Algunas de ellas también son comunes en pueblos del sur de Extremadura y, en algún caso, de clara influencia portuguesa. Una ristra de palabras -en ocasiones verbos- que confieren identidad, idiosincrasia, naturaleza propia, rasgo colectivo.
Laborioso y minucioso trabajo el que hizo mi hermano. A ver si hay tiempo, las agrupamos y las publicamos. Es un importante patrimonio marocho.
Después de esta parrafada, me siento obligado a endulzarte el final. Como te digo siempre, relájate y escucha. Dale su tempo.
https://www.youtube.com/watch?v=o905-5R9gio