Este fin de semana, Valverde está de fiesta: es el día de su Patrona, la Virgen del Reposo.

  Una elemental clasificación, divide las advocaciones de la Virgen en los tres grandes dogmas marianos: Inmaculada Concepción, Maternidad Divina y Asunción a los cielos. El título de “Reposo”, incluido en el segundo grupo, representa una de las escenas de la Virgen durante la huida a Egipto. Así, la imagen valverdeña presenta a María, sedente, que acaba de amamantar a Jesús que, desnudo, duerme satisfecho en su regazo.

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LA DEL REPOSO, NIÑA,

LA DEL REPOSO,

CON SU NIÑO EN LOS BRAZOS

HARTO Y GRACIOSO.

PORQUE SU MADRE

ACABA DE ARRULLARLE

Y AMAMANTARLE.

  Ese “reposo” que simboliza, es el que la Virgen ha transmitido a la gente de Valverde en los 342 años de patronazgo que ahora se cumplen. Un espíritu presidido por la serenidad, sosiego y laboriosidad que ellos canalizan hacia su esfuerzo diario. Y con esa naturalidad, los valverdeños se entregan en los actos religiosos y populares que se programan cada año para celebrar la fiesta de su Patrona.

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QUIÉN TRABAJA DESCANSA

DICE EL PROVERBIO;

Y POR ESO VALVERDE

GANÓ SU PREMIO:

POR LABORIOSO,

LE PROTEGE UNA VIRGEN:

LA DEL REPOSO.

  Esta perfecta comunión, queda bien reflejada en la letra de una de las entrañables sevillanas de José María Castizo:

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LA VIRGEN ESTÁ SENTADA

SOBRE SILLA ZAPATERA

Y EL NIÑO JUEGA EN SUS BRAZOS

CON UN RECORTE DE SUELA.

LA VIRGEN LE OFRECE EL PECHO

Y EL NIÑO CON ANSIA MAMA,

Y A TRAGANTONES SE DUERME

MIENTRAS LE CANTA UNA NANA.

Y DE ESTA ESCENA NACIÓ,

PARA VALVERDE CON GOZO,

EL PATRONAZGO DIVINO

DE LA VIRGEN DEL REPOSO.