Soy andaluz. Y lo digo sin espavientos ni acritud, con la sencillez de lo natural. Porque es natural que ame la tierra en la que nací y me crié; que me sienta a gusto y goce con los paisajes, clima y naturaleza que siempre me acompañaron; y que quiera a sus gentes, sus costumbres y sus formas de ver y entender la vida. Ellos me han modelado como soy.
¡Ah! Y no necesito considerarme diferente a nadie para sentirme andaluz. Ser andaluz, no es excluyente.
Hoy la coplilla toma forma de sevillanas. Acomódate y escucha.