El cancionero tradicional tiene infinidad de coplas dedicadas al dinero. Muestran un posicionamiento distinto, pero, mayoritariamente, marcando su poder.
La mentira y la verdad,
tuvieron pleito una vez,
y le ganó la mentira
porque la ayudó el parné.
Poco hay que decir, cada copla es una sentencia:
El dinero es muy bonito:
a to el que tiene dinero
le llaman “el señorito”.
Otra dice:
El dinero es un mareo:
aquel que tiene parné
es bonito, aunque sea feo.
¿Y si se enfrenta al honor?:
Entre el honor y el dinero,
según lo que ahora se estila,
lo segundo es lo primero.
Y el pobre, claro está, no está conforme:
Debía ser el dinero
lo mismo que son los ajos:
que los que más tiempo duran
no llegan siquiera al año.
La salud, la felicidad, el trabajo, el amor y veinte cosas más, tú sabes que están antes que el dinero; pero deseo que no te falte el necesario.