Viene de lejos. Había afición y por eso en los años setenta del siglo pasado se creó la Peña Flamenca de Valverde. Tal ímpetu tomó, que empezaron a organizar unos festivales de cante flamenco que en el año 1982, en su séptima edición, reunió este elenco: Juan Peña «El Lebrijano», Camarón de la Isla, Calixto Sánchez, Juan Villar, al baile Manuela Carrasco y las guitarras de Enrique de Melchor y Tomatito. Presentó el festival Paco Herrera. Cartel inmejorable en aquel tiempo. Sólo faltaba Paco de Lucía. De ese día hay anécdotas memorables, pero no vienen ahora al caso.
Más tarde hubo tiempos de decaimiento y en 1996, surgió la Peña Flamenca «El Gatillo». Como en la memoria colectiva estaba el recuerdo de aquellos festivales de los ochenta, se empezó a organizar lo que se bautizó con el nombre de Gurumelá Flamenca. Era una cita anual, ineludible para los que somos aficionados al flamenco en Valverde. Una velada en la que, además del cante, degustábamos algún guiso o tortilla de gurumelos. Disfrutábamos a lo grande cada año. Pero, creo que fue en 2009, de nuevo llegó la niebla y la lámpara se apagó.
Pasa con estas cosas que cuando hay fondo, antes o después, la afición aflora. Y eso es lo que pasó a finales de 2022, que de nuevo se puso en marcha la Peña Flamenca El Gatillo y este año 2024 ha retomado la XVI GURUMELÁ FLAMENCA.
La noche salió lluviosa, muy lluviosa, pero allí estuvimos. Mientras el agua caía fuera, unas cien personas -socios y acompañantes- degustamos un guiso de chocos con gurumelos disfrutando de las voces de Almudena Domínguez y Consuelo Haldón, acompañadas a la guitarra por José Diego y Antonio Dovao respectivamente. Una noche entrañable donde se recuperó la esencia de otros tiempos.
Consuelo Haldón va empezando. Es muy joven, pero cómo nos hizo vibrar. Toma nota del nombre porque tiene un poderío y está tan bien encauzada, que dejará huella.