Digo yo con frecuencia -aunque una cosa es predicar y otra dar trigo-, que uno es preso de lo que dice y dueño de lo que calla. El sentido común, la prudencia al hablar y procurar hacerlo sin ofender, son principios básicos para el respeto y la buena convivencia.
Ahora que con motivo de la campaña electoral se oyen tantas barbaridades y nos ofrecen continuas falta de respeto y malos ejemplos de convivencia -precisamente los que deberían gobernar para facilitarnos la convivencia y darnos muestras de tolerancia y respeto-, quiero compartir estas coplillas:
[244]
ANTES PIENSE Y LUEGO HABLE;
QUE PALABRA QUE SE ESCAPA
NO HAY JINETE QUE LA ALCANCE.
[245]
ANTES PIENSA Y LUEGO HABLA,
Y DESPUÉS DE HABER HABLADO,
VUELVE A PENSAR LO QUE HAS DICHO
Y VERÁS SI ES BUENO O MALO.
Dice otra coplilla:
[246]
EN LA ISLA DE LEÓN
SE PESCA CON HILO Y CAÑA;
POR LA BOCA MUERE EL PEZ:
CUIDADO CON LO QUE HABLAS.
Y al hablar, la sabiduría popular aconseja prudencia:
[247]
EL HOMBRE, PARA SER HOMBRE,
HA DE TENER TRES PARTÍAS:
HACER MUCHO Y HABLAR POCO
Y NO ALABARSE EN LA VÍA.
El folclore musical tradicional suele expresarlo en masculino: cosas de otros tiempos, pero todo es igualmente aplicable a la mujer.
A ver si alguno o alguna lo lee y se lo aplica. Me refiero a los políticos. Creo que les vendría bien.