El Cerro de Andévalo es uno de los pueblos de Huelva con un folclore musical más rico y peculiar. Si hermosos son sus fandangos, las coplas de quintos, de ronda y de Nochebuena, las que se cantan en honor de su patrón, San Benito, no lo son menos. Coplas que nacen del pueblo y se van transmitiendo de generación a generación, con la pureza, dulzura y realismo del pueblo llano.
Los festejos para celebrar la Romería de San Benito discurren desde el sábado siguiente al Domingo de Resurrección, con el pregón de las fiestas, hasta el fin de semana de la romería, dos semanas después. En medio, rituales asentados en el tiempo como el Día del Lucimiento, Baile del Poleo, jamugueras, lanzaores, procesión, reparto del Dulce… Así hasta el fin de semana de la romería que, dada la distancia desde el pueblo hasta la ermita, veinte kilómetros, propicia un largo y precioso desfile romero, que suele hacerse en bestia.
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EL DÍA DE SAN BENITO
SALE EL SOL POR LOS CORRALES
Y EL QUE NO TIENE CABALLO
ANDA LOCO POR LAS CALLES.
Una fiesta que da para todos: caballos, comida, danzas, baile, coplillas… Ahí van algunas.
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SAN BENITO MILAGROSO
MIRA CON LOS OJOS TRISTES,
Y TÚ, BENITO DEL ALMA
EL CORAZÓN ME PARTISTE.
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SI SAN BENITO ME DIERA
LA LLAVE DE LA CUARTANA
YO LE HARÍA UNA PROMESA
QUE DURARA SEIS SEMANAS.
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YO SOY BARBERO Y AFEITO
A SAN BENITO EL COGOTE,
CON UN CALABOZO VIEJO
QUE ME DIERON EN LOS MONTES.
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SAN BENITO ME PERDONE
POR LO QUE VOY A DECIR:
QUÉ NINGUNO DE SU NOMBRE
ME HA CAÍDO EN GRACIA A MÍ.