DIARIO DE UN CONFINADO (18)

Día 18. 31/03/20. Martes.

Hoy tocaba salir a comprar. Han pasado once días desde la vez anterior y había que reponer. Espero no volver a salir hasta pasada Semana Santa.

Como durante la noche ha llovido bastante, he decidido salir temprano para evitar gente. Todo el pueblo está paralizado. Todo cerrado, la carretera y las calles sin tráfico, y encuentras aparcamiento en cualquier parte. ¿Qué dónde están los coches? Aquí en Valverde todo el que ha podido se ha ido al campo.

A las nueve y cuarto ya estaba en el Mercado. Sigue con menos puestos de lo habitual, pero bien abastecido. Pocas personas, aunque cada una compra para varios días. Eso entretiene. Va llegando más gente y en las colas -largas por la distancia de seguridad que mantenemos- se habla. Se palpa el ambiente. Se respira preocupación: la salud, las consecuencias sociales de este encierro, la revitalización de las empresas, el paro, las repercusiones económicas del día siguiente, cómo se resolverá el curso académico… No se habla de muerte porque, por fortuna, a causa del COVID-19 en la provincia de Huelva, solo se han muerto cuatro personas hasta ahora. Dicen que somos afortunados. No sé. Hace un momento acaba de publicarse que en la residencia de mayores Sierra de Aracena, hay dos muertos y diecinueve positivos…

Luego, Mercadona. Allí -era más tarde y vamos donde puede comprarse casi de todo-, más gente. Me encontré con un compañero de trabajo, la madre de un alumno, varios lectores de este diario, personas conocidas… Distanciamiento, sentido práctico, cada uno a lo suyo y a procurar acabar cuanto antes. Es lo que hay. La gente cada vez tiene una mayor conciencia de esta pandemia y respeta las medidas lógicas. Todo en orden.

Ahora son las cinco de la tarde. Yo me las tenía muy felices porque los árboles se libraron de los vientos de La Encarnación, pero en este momento cae una granizada. Malo. Espero que no afecte a los frutales. Parece que el granizo cambia a lluvia.

Hoy tenía seleccionada una de mis debilidades musicales, pero la dejaré para otro día. Me acaba de llegar Un canto a la vida, una canción con la que Vanesa Martín se une a la oleada de ayudas y gestos solidarios que de manera altruista y espontánea aparecen cada día. En esta ocasión a favor de Cruz Roja. Al final del vídeo, aparece una leyenda:

  «A todos nuestros héroes y heroínas… Por nuestros mayores, que fueron jóvenes y erguidos y blindaron de amor y sabiduría nuestras casas.»

Qué bonito y que bien condensado.

Sigo sin ver el pico: 94.417 diagnosticados; 8.189 personas muertas; 19.259 pacientes dados de alta.    #QuédateEnCasa.