Valverde es un fiel guardián de sus tradiciones musicales y propicia actuaciones y acontecimientos que congregan a los amantes de fandangos, sevillanas, villancicos, coplas de carnaval, habaneras… Uno de esos momentos se da cada año, por junio, como colofón a la temporada de habaneras, en la Ermita del Santo.
Van ya 19 ediciones de conciertos en los que el Grupo de Pulso y Púa «Maestro Lama» (una delicatessen del Centro Día en la que participan jóvenes de hasta 75 años) y el Coro Evocación (en el que también intervienen todos los integrantes del Grupo de Pulso y Púa), nos deleitan con los dulces sones de las habaneras valverdeñas.
El marco es inmejorable, la Ermita del Santo; íntimo, de magnífica sonoridad, apartado de masificación -solo acudimos los que disfrutamos con la música- y colmado por la belleza natural de las cosas simples. Este año, por obras en la Parroquia, además del Señor del Santo (el Cristo que preside el altar), han sido testigos privilegiados la Virgen del Reposo, Patrona de Valverde, y el paso de la Borriquita. Sencillamente grandioso.
Y, en mi caso, una satisfacción añadida. Entre el repertorio del concierto se incluían cuatro piezas de las premiadas en el Certamen de Habaneras de Nueva Creación, que organiza la Asociación Cultural «Villa Habanera» organiza. Un gozo añadido por comprobar como las nuevas habaneras se incorporan al cancionero tradicional valverdeño. Una de ellas, la pueden oír en el vídeo que sigue.