Suenan unos acordes y la mente vuela. Me transportan a una caseta de feria. Otros tiempos.
Dos de la mañana. El baile del Paseo a reventar y la barra a tope. Los porteros, entregados afanosamente a la causa, no permiten la entrada de más gente. Fuera, en los veladores de la plaza, no hay ni una mesa libre. La gente que no puede o quiere entrar al baile ni tiene velador en el que sentarse, rodea el quiosco de la Plaza. La tómbola, el retratista ambulante con su caballo, los cacharritos en El Ensanche, los puestos de turrón… Un ordenado bullicio.
El momento de la música romántica en el que las parejas no necesitaban más espacio de una baldosa, aún tiene que esperar. Ahora, los temas que tocan Los Múrtiga son alegres, movidos y desenfadados: salsa, cumbia, tango arrebatador, sevillanas, pasodobles…
José Luís nos indica el siguiente tema y tras los tres toques de las baquetas de la batería, empezamos. Aún resuena en mis oídos la arrebatadora voz de mi hermano cuando tras los primeros compases empieza a cantar «En los carteles han puesto un nombre que no lo quiero mirar…»
A pesar de los muchos artistas que lo cantaron, no encontré ninguno que igualara a mi hermano. Por eso he preferido ofrecerte esta versión musical y dejarte que tú la cantes.
He hecho un montaje con cinco fotografías. Creo que todas son en la feria, aunque de alguna tengo dudas. Todas han sido publicadas en Facebook, por gente de Encinasola (creo que Rufino, Isabel Delgado, Isabel Vázquez…). Una pregunta con premio: ¿Quiénes aparecen? A la primera persona que identifique a 15 de las que aparecen en el montaje, me encargaré de hacerles llegar un modesto regalo.
PD: Sampedro, aún tengo en casa los libros dedicados por haber acertado las adivinanzas. No coincidimos. Pero allí están.