No sé si lo echaste de menos pero, este fin de semana, por segundo año consecutivo, no disfrutaremos de la Jornada Folclórica Marocha que desde 2015 viene organizando la Asociación Cultural El Pandero. Ya sabes, la dichosa pandemia que sigue sin dar tregua.
La junta directiva de la asociación, sigue activa. Mantenemos contactos y nos reunimos cuando los asuntos lo requieren y las circunstancias lo permiten, mientras esperamos que llegue el momento de poder organizar nuevas actividades. Consideramos muy importante que todos los miembros de la asociación y la gente de Encinasola sepa que, en cuanto sea posible, las retomaremos. El objetivo fundamental de recuperar y rememorar las tradiciones que amasaron nuestros mayores, sigue latente.
Y debemos mantenernos activos porque cada año que pasa se deteriora un poco más nuestro patrimonio inmaterial.
He dicho en muchas ocasiones que el folclore musical tradicional más rico y variado de la provincia de Huelva es el de Encinasola, aunque percibimos como, de año en año, se nos va. No quiero entrar en polémicas y soy consciente de que Alosno, Almonaster la Real o El Cerro de Andévalo tienen hermosas coplas, fiestas y rituales; pero las piezas musicales marochas son muy numerosas, variadas, mantenidas en el tiempo a través de la tradición oral, de musicalidad excepcional y con letras tiernas, profundas y, en algunos casos, punzantes y divertidas.
Una prueba de lo que digo quedó evidenciado cuando en los años setenta y ochenta del siglo pasado, el grupo Jarcha recorrió toda la provincia para recoger sus temas folclóricos. Del pueblo que más canciones grabó fue Encinasola, siete: El Pandero, el Fandango de Encinasola, la Toná de Quintos, la Nochebuena, Por la calle van vendiendo, Bienaventurados y El Toronjil.
Jarcha hizo una magnífica labor pero, en sus versiones, no siempre respetó los temas tal como se cantaban en los pueblos de origen. Un ejemplo de lo que digo es El Toronjil, una canción de ronda que en los últimos tiempos se canta entremezclada con el repertorio de Nochebuena.
La estructura de El toronjil la compone una parte fija a las que se le adaptan cuartetas tipo de letras variadas, de las que Encinasola tiene cientos. Esto explica la diferencia en la letra que recogí en el Cancionero y tradiciones de Encinasola, la que aparece en el vídeo del Coro de Campanilleros San Andrés Apóstol, de Encinasola, y la que grabó Jarcha en los años setenta. Las tres presentan letras diferentes. La tradición oral.
Si tienes seis minutos, te recomiendo que disfrutes de estos dos vídeos que muestran las diferencias, los matices, de la versión de Jarcha y la que canta el Coro de Campanilleros San Andrés Apóstol, que es como se canta en Encinasola.