Tanto te he hablado la semana pasada de la celebración de Las Correderitas que me siento obligado a darte cuenta de cómo fue la jornada. Te la resumo: placentera, alegre, festiva, divertida, íntima, reparadora… Una tarde magnífica, para recordar.
Tras degustar unas migas en el hotel Rincón del Abade, seguimos el recorrido previsto hasta finalizar en la plaza de los Santos Mártires, donde la Hermandad de la Vera Cruz había preparado una chocolatá con buñuelos y otros dulces.
A una gente le permitió conocer el ritual y sus canciones; a otra, recordarlo y cantar; a todas, encontrarse con las raíces, con los valores de nuestros mayores y sabores auténticos del ámbito rural.
Te dejo algunas imágenes. Si yo fuera tú, el año que viene no me las perdía.
La Asociación Cultural El Pandero agradece la asistencia a los participantes, a todas las personas que han contribuido para que la jornada discurriera con orden y, muy especialmente, a la Hermandad de la Santa Vera Cruz. Todo salió «de dulce».
Y ya empezamos a pensar en Carnaval. La que sigue, un tema del antiguo Carnaval marocho: la bata de la Salud.