103_220919_Cuaderno de notas. La caverna

Yo también me despierto algunas noches. No necesito describírtelo porque sabes cómo es. Suelo recurrir a la radio.

No hace mucho, una de esas noches, tropecé con un programa que se llama Un libro, una hora. El título lo dice todo: en una hora, te narran un libro. Esa noche era La caverna, de José Saramago.

Es una novela que, como todo lo que escribió, cada palabra encierra la sabiduría de una persona reflexiva y lúcida. Pero, a pesar de ello, hace unos años empecé a leerla en formato papel y no fuí capaz de terminarla. Emplea un estilo enrevesado en el que no utiliza signos de interrogación/exclamación, los diálogos los diferencia sólo por comas y mayúsculas, y los puntos y aparte son una excepción. Un texto farragoso, difícil de leer. Claro, narrada es otra cosa.

Saramago describe la historia social de una familia tradicional encabezada por Cipriano Algor, un alfarero de 64 años y viudo desde hace 3, que muestra la evolución de una sociedad postindustrial en la que los trabajos artesanales tienen cada vez un rol más insignificante y donde un gran centro comercial (que él llama El Centro) que cuenta con unos dirigentes con capacidad de decidir sobre todo. Así, Cipriano y su familia, que viven en una zona rural, deberán enfrentarse-adaptarse a las nuevas necesidades de la sociedad. Te recomiendo su audición que puedes encontrar en el siguiente enlace.

https://go.ivoox.com/rf/86119461

Y yo, cuando me acerco a las raíces de los pueblos perdidos de esta Andalucia nuestra, encuentro similitudes entre las entrañas de La caverna y los temas que trato en mis libros. Porque percibo el destierro del discurrir de la vida de otros tiempos y su impacto en los sentimientos de la gente mayor. Y es en los pliegues de estos ambientes donde reposan las costumbres, folclore, rituales, muestras festivas, prácticas laborales y folclore que dan forma a mis trabajos.

Y, además de la novela, hoy, como siempre, también te recomiendo este tema musical que me encanta y llevo algún tiempo queriéndote ofrecer sin encontrar el momento. La belleza de la voz de Simone, la letra, el tema en su conjunto, me encanta. Eso sí, no te recomiendo su peluquero ni asesor estético. En su descargo hay que decir que eran otros tiempos.