Sé lo difícil que es, la proeza que supone intentar mantener rituales que ahora la mayoría de la gente entiende caducos e inútiles. Pero somos lo que somos porque las generaciones que nos precedieron fueron como fueron y perfilaron modelos culturales y sociales que nos han traído hasta aquí. Es nuestro ADN cultural. Respetar, estudiar, preservar y mantener estas tradiciones debería constituir un orgullo y un aliciente. Además, créeme: yo, como el del papel del caramelo de la semana pasada, lo hago porque creo que debo hacerlo y porque, además, me encanta el añejo tañer de nuestro folclore.
Ya he escrito en ocasiones anteriores sobre Las Correderitas pero, ahora, de nuevo, tras la pandemia, la Asociación Cultural el Pandero intenta continuar con la tradición.
Nos divertiremos cantando el próximo sábado. La información, por si quieres venir, está en el siguiente cartel.
En la idea de situar a quien quiera asistir o conocer el ritual, aprovecho para reproducir datos incluidos en artículos anteriores, poner las letras de algunas de las canciones que se cantaban y mostrar un par de vídeos de ellas.
LAS CORREDERITAS: UN RITUAL AMOROSO, ANTESALA DEL CARNAVAL
Dice un refrán marocho:
Veinte de enero: San Sebastián Caballero
que saca las niñas a bailar y luego las mea.
El 20 de enero era el día en el que se iniciaban Las Correderitas: las niñas salían a bailar pero casi siempre llovía, San Sebastián las meaba, que dice el refrán. En las esquinas y ensanches de calles y plazas, llegado el atardecer, se daban cita todos los jóvenes que formando un corro, cogidos de la mano, cantaban dulces y tiernas canciones de amor.
El hecho de que Las Correderitas comenzaran precisamente el 20 de Enero no parece casual. Este es el día de los Santos Mártires San Sebastián y Fabián, a cuyo honor está dedicada una ermita del pueblo, existiendo la costumbre de festejar el día de manera especial en numerosos pueblos extremeños próximos (Jerez de los Caballeros, Fregenal, Burguillos y Zafra, entre otros) en los que, tal como sucede en Encinasola, además de que se le dedique alguna ermita o iglesia, se conservan recuerdos de fiestas y romerías en su honor. También es el patrón de Huelva y otros pueblos de la provincia como Cabezas Rubias.
“Correderita” debe ser una evolución de corro, que es la forma de iniciar el ritual. También se recuerda en Encinasola como el “juego de la coliflor”. La expresión musical más característica, la primera canción que cantaban los marochos y marochas formando la rueda, era ésta:
En esta canción de cuatro estrofas, que se cantaban en este orden, nos encontramos alusiones muy concretas: la primera manifiesta el deseo y la prisa por marchar cuanto antes al lugar de reunión; la segunda se asoma a la forma alegre de entender Las Correderitas y la relaciona con el Carnaval a través de la palabra “antruejo” (relativo a los tres días de las carnestolendas); la tercera, muestra el lamento de la mujer por la ausencia de la semana que los hombres permanecían en la Contienda sin venir al pueblo; y la última, la de la resignación, la pena amorosa. La música de esta canción, preciosa; su interpretación, lenta y pausada, como corresponde a las canciones de rueda que se cantan mientras se anda, sin dejar de girar.
Otra de las canciones que se cantaba en Las Correderitas era esta:
Las Correderitas era un ritual amoroso, pero también el inicio para la preparación del Carnaval. En realidad, tal como se desarrollan Las Correderitas, de día en día, a medida que se acerca el Carnaval iba apareciendo el tono satírico, creándose canciones que recogen los acontecimientos del último año, las pandillas abandonan su lugar habitual de reunión y se van desplazando de calle en calle, cantando y bailando; se forman las comparsas, las murgas… hasta desembocar en el Carnaval.
Otra de las canciones que se entonaban en Las Correderitas, es ésta:
Recuperar el ritual de Las Correderitas, rememorarlo, es otro reto de la Asociación Cultural «El Pandero». Otra de las tradiciones musicales marochas heredadas de nuestros mayores.