Es hermosa. Y alegre. La mujer valverdeña, es hermosa y alegre.
En 1901, el periódico El Liberal de Sevilla [1], por entonces dirigido por el escritor de la tierra José Nogales [2], recoge el artículo de Manuel Pérez “Valverde del Camino. Impresiones de un viaje. La Feria. Progresos de un pueblo”. En él, describe así su llegada y estancia una noche de feria:
«Serían las cuatro de la madrugada del próximo pasado jueves, cuando el tren que me conducía paraba en la estación de Valverde del Camino. (…) El real de la feria, asentado en un gran llano que desde la estación se divisa [3], (…). Allá fui, allá fuimos todos y pronto las primeras copas (…) dejaron sentir sus efectos. Se sirvieron unas y otras y comenzó la fiesta; una juerga puramente valverdeña. Apareció una guitarra no sé cómo ni por dónde y a sus acordes los valverdeños cantaron, dando así rienda suelta a una afición muy arraigada en ellos. (…) Había ya mujeres en buen número y el baile se imponía. Se hizo corro, salieron al aire las castañuelas y comenzó el baile. (…) En aquel baile y en muchos otros después, mil veces oí la popularísima seguidilla
VALVERDE DEL CAMINO
TIENE LA FAMA,
DE LAS MUJERES GUAPAS
QUE HAY EN ESPAÑA.
Mil veces se cantó con gran gusto de los forasteros que la oían, para quienes esta copla encierra una gran verdad. (…)”
Así, no me extraña que la gente viniera a Valverde y cantara:
AL PILAR DE VALVERDE
VOY A DAR AGUA
POR VER LAS VALVERDEÑAS
TOCAR LAS PALMAS;
VOY AL RONQUILLO
POR VER LAS RONQUILLERAS
TOCAR PALILLOS.
El otro día, rebuscando en los archivos, vine a dar con material que elaboré para la presentación del libro A compás de palmas (sevillanas tradicionales de Valverde del Camino), en 2011. Para el acto, que se realizó en el Teatro Puerta del Andévalo, preparé una serie de vídeos con distintas muestras de sevillanas valverdeñas. Uno de ellos presentaba esta famosa sevillana que grabaron en 1960 los Hermanos Toronjo y que hoy quiero compartir:
Es hermosa. Y alegre. La mujer valverdeña, es hermosa y alegre.