Dice el refrán que
Luz y calor son el tesoro del labrador.
Y de las plantas, claro. Y resulta que a lo largo del mes de abril aumenta la luz solar una hora y cuarto.
Un mes cambiante, abril. Caprichoso. Dice otro refrán,
Abril abrilero, o el pastor pide ayuda al barquero
o las ranas mueren en el sequero.
Un mes de flores, luz, alegría y esperanza. En sus primeros días, como hoy, se sitúa el Domingo de Resurrección -¿hay mejor forma de empezar?- con el que se inicia una sucesión de romerías que dan vida a los pueblos andaluces y, de manera especial, a los de Huelva. Pero, como te he dicho en varias ocasiones y bien sabes, este año tampoco toca.
Seguramente coincidirás conmigo en que lo más despiadado del COVID-19 son las vidas que se está llevando y el sufrimiento al que nos somete cada día que va pasando. A la par, va rompiendo nuestra estructura económica, laboral, social, festiva, emocional… Nos tiene encarcelados. Arrinconados. Pero no destruirá los sólidos pilares de la fe, ni nuestras arraigadas tradiciones. Por eso es preciso recordarlas, no olvidarlas y revivirlas en la medida que sea posible.
De las romerías de abril y mayo en Huelva, ya te hablé por estas fechas en años anteriores. Hoy te propongo un repaso por todas, siquiera para corroborar cuánto nos roba el bicho.
Este vídeo, que realicé en 2018, es un repaso al calendario de las romerías de la provincia de Huelva. Falta alguna, pero el conjunto muestra el sentir de nuestra tierra. El cante que acompaña las imágenes, de una joven promesa de nuestra tierra, José Luis Diéguez. Escucha como templa los fandangos.
Yo, de forma especial, como marocho, hermano de la Hermandad de la Virgen de Flores y pregonero que fui de sus fiestas en 2010, siento la tristeza de que nuestra Patrona no pueda venir a Encinasola este Domingo de Resurrección, de no verla aquí, por nuestras calles, sus calles, con su gente. En la añoranza, los marochos no olvidamos que siempre está con nosotros como pregona su himno: «Que en nuestro pecho tiene su altar».