Empiezo el año abriendo camino, buscando la forma de que te interesen las anotaciones que quiero compartir contigo.
Viernes, 1 de enero.
Todo es anormal esta Navidad. Algunas cosas, difíciles de llevar, muy duras. Otras, las anoto como simple anécdota: jamás imaginé que no hubiera público para acompañar a la Filarmónica de Viena en el Concierto de Año Nuevo mientras sonaba la Marcha Radetzky…
Sábado, 2 de enero.
Sea por una causa u otra, es lo tradicional de estas fechas: con la entrada de año hay artículos que suben. Algunos, no. Y recuerdo la vieja coplilla:
La Felisa en el mercado / decía con un suspiro:
todo sube, todo sube / menos lo de mi marido.
Domingo, 3 de enero.
Quería leer algo relajante, fuera de lo habitual y, siguiendo una buena recomendación, en los últimos días he devorado «La novia gitana», una novela de Carmen Mola (seudónimo, un detalle no saber si el enfoque de la temática procede de hombre o mujer). La protagonista, Elena Blanco, inspectora jefe de un grupo especial de policía que se enfrenta a un asesinato, con frecuencia, acaba desahogándose en un karaoke nocturno madrileño, donde se entrega cantando temas de Mina Mazzini. Una de sus preferidas: Vorrei che fosse amore.